viernes, diciembre 21, 2012

Un grupo, unos aprendizajes, unas propuestas de cómo encarar la formación de futuros docentes aprendiendo de lo que hacemos


La lectura de vuestros blogs de clase de la materia TIC en educación infantil me ha mostrado vuestra fuerza, vuestras ganas de aprender. Estas notas las he ido armando según iban apareciendo cosas que me han hecho ponerme a pensar mientras os leía.

Felicidades, no es un trabajo pequeño el que hemos hecho. Creo que hemos disfrutado -por lo que contáis algunas- y que hemos hecho un gran esfuerzo -como de una forma u otra decís la mayoría-. Me ha permitido conoceros un poco más, de donde venís (muchas personas están buscando una nueva oportunidad en el mundo laboral, y por eso son algo más mayores que habitualmente en esta carrera), qué esperáis (tenéis muchas esperanzas) y hacia dónde os dirigís.

Había un prejuicio en algunas de vosotras hacia el campo de las TIC, como si el peso de una escuela imaginaria oculta determinara un deber ser de la escuela infantil... un problema más para poder arrancar el aprendizaje y la investigación, un estupendo desafío para pensar qué escuela hemos vivido y la escuela que podemos llegar a protagonizar.

Sorprende que para vosotras haya sido la primera vez de tantas herramientas, formas de trabajar y protagonismo en vuestro aprendizaje... Esto debería hacer pensar a quienes diseñan planes de estudio, los que convirtieron en 2008 esta asignatura de TIC en educación (que era común en todo el país) en una opción de cada universidad (incluso hay universidades donde no se imparte). También a mis compañeros, que os dan apuntes, que no os dejan investigar, aunque sea más trabajo para todos.

Me da que pensar las muchas veces que he leído lo de: al principio estaba perdida, tenía miedo, susto, no me enteraba de nada, la actividad o el blog eran una tarea compleja, me generaba estrés... incluso, que era un desastre (así, sin concretar quién o qué).

Alguna persona está incluso tensa, molesta, e intenta herir... es un comportamiento algo pueril, lo lamento mucho, siendo tanto el trabajo desarrollado y tan buenas las calificaciones obtenidas, que haya que hacer daño para liberarse. Enfermizo. Como en las evaluaciones anónimas. Como en todo lo anónimo, tumultuoso, generado con saña.

Parece que la paciencia, mirarlo con otros ojos, preguntar y decidirse a trabajar ha sido lo que más ha ayudado a superar sus temores entre quienes lo cuentan, aprender algo de lo que no se sabe nada, y atreverse a investigar un entorno rutinario y predecible.

Esto demuestra en primer lugar que nadie nace entrenado para participar y buscar el conocimiento con los medios que se le facilitan. Venimos de un sistema donde necesitamos la aprobación de un adulto para todo. Somos tan buenos estudiantes en ese sistema que por eso llegamos aquí. Quizá por eso también hay algunas personas que están, dicen, desorientadas cuando el proyecto comienza. He intentado relajarlo, daros mi confianza, haceros sentir parte de un proyecto con una asamblea, algunos compañeros de clase han colaborado enormemente a ello también -con sus bromas, convirtiéndose en tutores de vuestro trabajo, gracias-. Pero necesitáis más apoyo, más afecto, más comprensión... Hay personas que necesitan apoyo constante, no siempre me da tiempo a darlo en clase, tampoco sé cómo atraeros a tutoría. Las explicaciones oídas para otro no le sirven para él. Los ejemplos de otros no son sus ejemplos. Es una formación hecha a la medida. 

Intentaré tranquilizar a los siguientes grupos de futuros maestros, pero creo que en lo que media ser evaluado siempre habrá tensión. 

Estos agobios y miedos se dan porque según decís: no me gusta la informática, no pierdo el tiempo investigando en ordenadores, nunca se me ha dado bien... y alguna confiesa que no le veía aplicación de entrada a las TIC en infantil. 

También he leído, desafortunadamente, la falta de aplicación en algunas herramientas que se han cruzado en nuestro camino de reflexión; una frase que aparece quizá demasiadas veces, a pesar de que hemos insistido en buscar las ideas detrás de cada herramienta, y del proyecto mismo (que es la wiki del museo pedagógico virtual vivo). Pues parece que las pueden tener, si le hacemos caso a los que habéis reflexionado e investigado, un gran grupo. Alguna compañera llega a decir que, poniéndose a pensar, ha visto muchas más opciones. Teniendo como ya tiene 2 semestres de psicología, 1 de teoría de la educación, 2 de didáctica... algo sabe de niños en Educación infantil como para valorar dónde incluir estos recursos. Algo se ha dicho también en clase... me tengo que llevar un megáfono...

Me alegro mucho por que este curso os haya hecho a muchos volveros a vuestras amigas y aprender a resolver los problemas que os surgían con las actividades y el proyecto que hemos encarado. A eso le llaman comunidad de práctica. Alguna confiesa que se ha puesto a leer (las pantallas, foros de ayuda, manual de instrucciones, tutoriales, lo que es una conquista). Estos procedimientos mixtos, no formales, valen un potosí para aprender en cualquier trabajo. Una persona dijo que estaba tan entusiasmada que hizo los trabajos voluntarios. Maravilloso. También que os hayan resultado útiles los tutoriales en vídeo. Nadie dice nada de mis orientaciones, así que deben ser las que se esperan, pero poco más. Me he paseado por la clase intentando orientar a todos, dedicando el tiempo necesario a cada uno pero sin descuidar la urgencia de los demás. Parece que no es suficiente. Tampoco el tiempo que hemos pasado revisando y preparando los portafolios al final del semestre.

Alguien se ha quejado de la dificultad hasta de utilizar ordenadores de sobremesa que facilita la universidad -porque ya muchos vienen con uno propio-, por no tener ni en casa. La solución no pasa por mí (pero al final yo soy la UAM, mi departamento, decanato, servicio de informática, servicio de mantenimiento... pediré más ayuda), digo, la solución debería pasar por reivindicar diversas cosas: un ordenador por estudiante, un sistema de préstamo de la universidad, que podría ser más generoso si lo reclamáis. Eso, y ampliar vuestra jornada de estudiantes, quedaros por la tarde a completar lo que no acabéis por la mañana.

Aunque el sentido victimista de las dificultades aparecidas creo que en el fondo quiere hacer patente el esfuerzo que habéis hecho -y el miedo a tener que investigar-, os animo que en el futuro digáis en positivo eso, que habéis puesto alma, corazón y vida en lo que presentáis, pues son grandes trabajos que se presentan a la comunidad. Mala venta hacemos de lo que hacemos si decimos que lo hacemos con gran sufrimiento, que no os enterabais de nada y que a lo mejor es esto, pero en cualquier caso que las faltas de lo que mostráis son culpa ajena. 

Unas palabras sobre lo argumentativo y lo técnico. Algunas compañeras tuvieron un notable ejercicio técnico, pero no hicieron el esfuerzo pedido reflexionando. Hay un clamoroso vacío en torno a las sesiones sobre la teoría de apoyo al proyecto -que habéis protagonizado-, largando un powerpoint a los lectores de vuestro blog... Quienes reflexionaron produjeron materiales con menos fortuna (elecciones de letra, colores, composiciones, elementos aportados, cantidad de información). Inflación activista por mi parte quizá. Ojalá encontráramos una mezcla de trabajo colaborativo donde los artistas y los reflexivos pudieran crecer juntos, donde los que se asustan por la tarea o por necesitar acertar a la primera pudieran ir de la mano de los que no ven mucho más allá de lo que aparece como más evidente. Seguimos perfilando un programa.

Algunas pistas para que volváis a pensar en vuestro recorrido reflexivo: qué papel tienen en la vida las mujeres de las que habláis, su oficio, sus momentos clave, su posición con respecto a los hombres, su papel transformador de su realidad. Por qué son notables las artistas y gente del cuché (este año no hay monjas), y no las médicas, las inventoras, las políticas, las educadoras (que es verdad que hay más que otras veces). O mujeres que han luchado, como le pasa a algunas que aparecen en fotodiálogos. Por qué la vida de vuestras madres es la colección de fotos de momentos tan maternales como un bautizo, una comunión, su boda..., por qué hay tanta comunión y tanto novio en vuestras líneas del tiempo, por qué tanto fondo de clase convencional para hablar de vuestro recuerdo de la escuela en Pixton, por qué tanto estética Disney en los cuentos que trabajáis, cómo eso permea en vuestra percepción de maestras cuando pretendemos romper barreras investigando con las TIC en la escuela.

Sobre la evaluación. Del mismo modo que nos hemos autorizado a consultar fuentes, apropiarnos de la información y construir conocimiento como universitarios, nos hemos autorizado a evaluarnos, -alguien se molestó un poco-. Lo hemos hecho sobre diversos materiales, del trabajo de nuestros compañeros, de nuestro trabajo. Salvo un par de casos, el resto han sido muy honestos y justos, y diferentes evaluadores, incluido cada uno, hemos coincidido bastante en nuestras apreciaciones.

Algunas pistas sobre el papel del proyecto. De todo lo dicho, lo que quedan son unas maravillosas entrevistas que hemos intentado entrelazar entre si temáticamente. Ese enlace temático está en el proyecto pero menos en vuestros posteos. No sé si os dais cuenta de lo que habéis hecho, el valor que tiene (alguno lo señala, la emoción en sus casas, el contacto con sus familiares y amigos, las resonancias de verse en la web y ver otros trabajos). Quizá alguna se dé cuenta de que corremos el peligro de quedarnos entre 1940 y 1960, pero no por que usemos o no TIC, sino por los planteamientos educativos de lo que hacemos.

Me parece sorprendente que la frase hit haya sido una de Paul Ricoeur, El recuerdo es una aporía: la presencia de algo ausente, estoy pensando que relacionada con el discurso funerario a la muerte de su maestro, Mounier, el fundador de la pedagogía personalista. No sé qué pensar.

Algunas han dicho antes y ahora que el planteamiento de la materia os sorprendió, os animó, os da una pista para el futuro. Gracias por valorar de forma tan elegante mi propuesta, que ha sido vuestra.


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