sábado, noviembre 24, 2012

un posteo sobre cine para una antropología de la escuela, para mis colegas venezolanos

Hablando de cine y educación en el CARN 2012, recupero un posteo sobre cine para una antropología de la escuela, para mis colegas venezolanos.

Al enterarme de que Entre les murs (Entre paredes), una película de Laurent Cantet sobre la escuela multicultural en Francia, ha ganado la Palma de Oro 2008 del Festival de Cine de Cannes corro a leer a Carlos Boyero en El País. Hay un trailer aquí, que impresiona por su crudeza. Con la gestualidad adolescente tan vívida y arrogante. La califica como documental que no fuerza el dramatismo ni encuentra soluciones definitivas. Vaya, la realidad cotidiana de la escuela. Multicultural como el instituto público de mi hija mayor. Hacía casi 20 años que Francia no ganaba un premio así. Y lo gana por una mirada inteligente sobre una realidad conocida pero difícil de enfocar. Estos chicos no se me parecen a estos otros.
Busco desesperado en YouTube Hoy empieza todo (Ça commence aujourd'hui, B. Tavernier, 1999), que no vi en el cine y que no he conseguido en dvd. Conozco el argumento pero no la he visto.
Veo el fragmento de una maravillosa interacción entre su maestro con un montón de niñas y niños de la edad de mi hija pequeña, y me maravilla lo bien que funciona todo, lo natural que es el aprendizaje... llego a la pedante conclusión del inspector que observa la clase: qué maravilla de interacción. Recuerdo la sorpresa que causó esta película en el mundo educativo al ver el site oficial, la credibilidad del actor, el impacto en la deprimida región del norte de Francia donde se filmó... Y me acuerdo de la clase de mi hija pequeña, con 25 niños de 4 años y una maestra entusiasta que los recibe todos los días, en la región de las maravillas en los servicios públicos, la Comunidad de Madrid. Un pedazo de maestra, sin ir ni de lista ni de moralista, que diría Boyero. A ver si algún periódico se anima a sacarla a la venta.
El País sacó hace relativamente poco en dvd Ser y tener (Être et avoir, N. Philibert, 2002). Los que no son del gremio educativo dirían que es una película lenta, y los que lo somos pues también. Pero es la vida misma en las aulas, en una unitaria de Auvernia -la de la canción de Brassens-, con nieve, con casitas perdidas entre granjas de vacas, un hijo de un emigrante español al final de su carrera como maestro, con tanta sabiduría, con tantos recursos.
Las tres podrían haber ocurrido aquí al lado. A mi me sirven para una antropología sobre la escuela.
P.D. Por cierto, un sitio imprescindible sobre cine, el blog de Enrique Martínez-Salanova Sánchez;

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