lunes, abril 12, 2010

Innovar con un nuevo proyecto TIC tomando como referencia la evaluación de los estudiantes

Dándole vueltas a cómo mantener mi propia innovación, cae en mis manos "Emerging Issues in the Practice of University Learning and Teaching", de Geraldine O’Neill, Sarah Moore y Barry McMullin, lleno de consejos de estos colegas irlandeses.
Un manual y un proceso de cambio son las cosas más opuestas que haya. Pero tengo ganas de cambiar.
Necesito consejos porque me voy a meter en un jaleo terrible en mi materia, un cambio hacia algo llamado museo virtual vivo, que es un proyecto que ya está inventado y probado (he hablado de ello al hacerlo sobre la experiencia de Elkarrikertuz), que busca a la comunidad (una universidad expandida hoy, una escuela expandida mañana) y que busca la innovación, algo de lo que me he ido separando con los años. Un colega ya me ha dicho que le parece ABURRIDO... a mí por momentos también, lo voy dialogar con los estudiantes.
La apuesta de algunos colegas es que lo que trabajan en el aula sirva a los estudiantes para sí mismos, si hago psicología que les ayude a entenderse a sí mismos, si hago didáctica de las matemáticas que sepan matemáticas... Mi apuesta siempre ha sido el profesional, que sirva al profesional que empieza, si hago pedagogía que sirva para trabajar en el aula y con los colegas.
Luego está la evaluación de mis alumnos, particularmente terrible en sus comentarios sobre mi enseñanza en los últimos dos años (menos de 2 sobre 5 en cada vez más aspectos); el manual dice: "controle sus mecanismos de defensa. Pregúntese qué tipo de reacción tiene a este feedback y qué es lo deseable que debe hacer en el futuro". Es la pregunta que al acabar un curso, al acabar un tema, al acabar una clase.
Quizá estoy cambiando como una reacción a la evaluación de los estudiantes, pero -dicen estos colegas irlandeses- eso va contra el principio: "Trabaje duro, no para sobrerreacionar o subestimar la información de la evaluación de sus estudiantes. Pregúntese qué cambios mejoran el aprendizaje de sus estudiantes". Un proyecto que pone en valor su capacidad de descubrir va a favor de su aprendizaje.
El problema quizá sea que el cambio que me propongo es grande, pasar de microtalleres a indagación. En los microtalleres, lo que hemos hecho hasta ahora es repetir prácticas de una surtida colección de TIC que se supone que van a utilizar mis estudiantes cuando sean maestros (o determinados procedimientos que van a automatizar para aplicar con otras herramientas cuando sean docentes en la práctica, si queremos ser más objetivos). En el proyecto quiere ser otra cosa, utilizar las TIC para indagar.
Si el cambio es una reacción, también va contra el principio "Divida los temas que ponen de relieve sus estudiantes entre categorías operables y no operables. Pregúntese sobre qué temas del feedback puede hacer algo". La sensación que parecen desprender en la evaluación es de aprender poco, que aprenden poco conmigo, vaya, y sobre todo en los últimos años. Mi diagnóstico es que nos hemos embarcado en un catálogo muy largo y que no logramos contextualizar las TIC en proyectos ni que los estudiantes globalicen TIC; seguro que hay más problemas... Uno importante es la sensación de mis estudiantes de que estoy bastante lejos, que hablo poco con ellos, que estoy de mal humor cuando lo hago. Posiblemente tienen razón, a veces he tenido la sensación de que me tomaban el pelo, otras quería imprimir mucho ritmo y ellos necesitaban más tiempo... Tengo que hablar más con mis estudiantes, tengo que poner en valor la tutoría para poder hacerlo, menos pedagogías visibles de ritmo fuerte que dice Bernstein, más grupo, más diálogo, más hacer juntos, analizar juntos, volver a los orígenes.
"No asuma de forma simple que las buenas respuestas de evaluación se deben a la buena enseñanza y las malas a la mala enseñanza". Es verdad que el aula de informática tenía 20 ordenadores, pero los 40 estudiantes que trabajaban allí unas veces eran 50, otras los computadores eran 18, o 16, o 14, porque se averiaban algunos; otras las aplicaciones dejaban de funcionar, los pen drive no guardaban el archivo con el que se trabajaba... Han puesto nota a las instalaciones de la universidad cuando me han calificado a mí. Saberlo no sé si me consuela. Es otra piedra más en el zapato. Además, ¿qué me hace pensar que cuando hagamos un proyecto en el que van a tener que trabajar en casa, en la calle, en su barrio, las dificultades técnicas no serán también mi problema por pedir algo irrealizable, investigar en el medio?
Siempre me preocupó que una universidad pública proveyera a sus estudiantes con aquellos materiales que necesitaban para hacer su trabajo, y siempre adapté las actividades a lo disponible (de ahí mi tibieza con el software propietario, supongo)...
También es verdad que los procesos amplios se deben adoptar por equipos, no individualmente, pues entonces tienen amplias posibilidades de no funcionar. Es la historia de todos los innovadores que vemos en los centros de Primaria y Secundaria, como llaneros solitarios, y con una sonrisa de oreja a oreja, viendo la oportunidad donde otros no la ven.
Quizá el problema de la evaluación de los estudiantes se reduzca a la calidad de la comunicación en el tiempo que compartamos, lo que es coherente con el pensamiento más renovador de la enseñanza.
Bueno, no tengo respuestas para todo, algunos cambios deben ser institucionales, como dice el consejo, pero debería hablarlo con mis estudiantes.
Y la regla de oro en las innovaciones: "Recuerde que pequeños cambios logran grandes efectos". Pues sí, quizá no hay necesidad de cambiar todo el proyecto, sino de preparar mejor las clases (mi mal manejo de Gimp me mató), de ajustar las prácticas, de aflojar los ritmos... pero tengo dos razones más para buscar el cambio: me aburre muchisimo lo que hemos acabado haciendo, no creo que sea útil y creo que tras 20 años haciéndolo hemos demostrado una cosa: así no estamos contribuyendo al cambio de los usos de los materiales en las escuelas. Somos una demostración palpable de que éste no es el camino; o de que debemos explorar otros caminos, porque el nuestro, el de formadores iniciales que dotan de saber multiherramienta para convertir a futuros docentes en fabricantes de materiales no funciona, o no da los frutos deseados; que el cambio en las escuelas es un problema más amplio, es verdad; pero que no hay brillos de cambio en las escuelas que visito en las que ya empieza a haber estudiantes de promociones que podría haber formado yo también es verdad; quizá funcione formar innovadores, porque los tecnólogos se nos aburren.
"Hable con los estudiantes antes y después del feedback". Lo intenté los últimos años en que todo se desmoronaba, pero se lo tomaban a risa, decían que no entendían mi preocupación, que en el fondo no nos importaba su opinión y que su evaluación era lo que tocaba... Mi primer post en este blog fue ese tema... Digamos que el libro del que he hablado aquí tiene varias técnicas de dinámica de grupos que conviene probar, que son en definitiva ocasiones para dialogar.
Y "desarrolle una estrategia de mejora de la enseñanza que tome en cuenta la evaluación de los estudiantes"... Vamos a ello. El proyecto está estructurado en fases al estilo de la investigación acción con procesos de debate abierto sobre los resultados y toma de decisiones, y vamos a ver dónde llegamos.

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