miércoles, mayo 06, 2009

Nuevas TIC, viejas polémicas

Jordi Adell, con un brillante análisis, se lanza a darle caña a la idea de equipar los centros educativos en España con wifi, a los niños con un dispositivo y a las editoriales con una idea de producción de multimedia que puedan descargar los niños y los profes (Zapatero se equivoca... puede). Descubrir que el mundo de las TIC tiene un montón de intereses detrás, y que el gobierno de turno se equivoca. Que se quiere llegar allí muy rápido, pero que seguramente no pasaremos de aquí, por los recursos adocenados, por la escasez de ideas pedagógicas, por la falta de cocción, por apuntarse a un talismán, el de las TIC para mejorar los coles.
Es un problema antiguo el de cuál es la mejor opción para la reforma, en este caso la relacionada con los recursos, porque está en juego qué tipo de enseñanza queremos.
Libros frente a ciclostil, audiovisuales y vídeo, Logo frente a Basic, Mac frente a PC, soft libre frente a soft propietario. La escuela de mis hermanos mayores era con Enciclopedia Álvarez, la mía fue con fichas de Santillana primero y luego con libros de texto para cada materia. Se trata de peleas de parecido pelaje.
Lo nuevo en España es que el intento sea masivo, como el que hicieron los ingleses hace 30 años, contaba Somekh, o el que van a hacer en Cataluña el año que viene, que están haciendo a trompicones los de Becta, que han hecho en Extremadura y parece que en el País Vasco hace un par de años.
Para que sea masivo o es una idea que ha calado o es una industria. Ha calado como parte de la conciencia profesional, y además que utiliza algo como la web 2.0, todo el mundo produciendo y todo el mundo leyendo a todo el mundo.
Que sea una industria tampoco tendría que ser un desastre. La industria es necesaria cuando las ideas no calan, la conciencia profesional es pequeña y así. Alguien dijo que algo tendrán los libros de texto para que con tantas críticas los sigamos utilizando. Son un curriculum empaquetado que no todo el mundo aplica de la página 1 a la 90.
Los suelen preparar docentes con proyectos alternativos y que funcionan (aquí no hay pedagogo que valga). Y si en vez de libro pones objeto de aprendizaje va y te sale lo de los repositorios, con problemas pedagógicos parecidos.
Por muy obcecados que sigamos con la reforma, somos un colectivo muy pequeño el que tiene tantas ganas de marcha, de fabricar cosas, y la mayoría quiere como mucho dialogar con el material, adaptarlo, empezar no de cero sino por algún lado. Lo demás es desconocer la profesión de docente.
Seguiré apostando por lo no adocenado, lo alternativo, lo que reelaboro como docente. Pero confieso que me abruma un poco pensar que son ya 30 años de reforma relacionada con las TIC que nunca llega a las escuelas (a las escuelas públicas que yo visito desde luego que no).
Me alegra descubrir sucesivamente conversos del multimedia, las mensajerías, los repositorios y la web 2.0. Pero no llegamos a hacer masa crítica.
Alguna responsabilidad tendremos gentes como yo mismo (he contribuido a formar unos 4.500 profesores nuevos en los últimos 18 años, lo que sobre una población de 25.000 profesores que trabajan en escuelas públicas de la Comunidad de Madrid debería reflejarse de alguna forma más patente) --de Secundaria no me responsabilizo, porque según los colegas de la Facultad de Filosofía, lo que tienen que saber los profesores es la lección--.
Alguna alternativa o camino deberemos buscar. A lo mejor ésta de la saturación del sistema con TIC comerciales es la menos mala de las vías. O un galgo para correr. Para ponernos luego a discutir si con esto hacemos algo. De la otra vía (formación en cascada, formación en centros, centros de excelencia) ya sabemos y en éstas estamos.

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