En Buenos Aires, al final del verano, venimos a conocer la experiencia del proyecto argentino "Un ordenador - un niño" que aquí se llama de muchas formas, una por Provincia y otra a nivel federal, una experiencia que visitamos gracias al buen hacer de María Teresa Lugo, de Unesco, con una interesante entrevista en el blog de Manuel Area. Conviene visitar también la iniciativa Modelo uno a uno.
De vuelta al hotel, hay un comercial en los infinitos canales, que se repite en algunos, sobre la importancia de la Secundaria para la vida de los chavales, que me impresiona, donde aparecen personajes públicos, artistas, deportistas, gente conocida que anima a vivir la experiencia, por su valor para el resto de la vida, por los amigos que trae. Lógicamente, habla de un drama, del abandono escolar, de la necesidad de reforzar a un país.
Pero no sé por qué pienso en mi hija mayor y la Secundaria tan quejosa que hemos construido en España, y no sé si, si fuera una celebridad, podría salir en un comercial para animar a los chicos a que la hicieran. Allí tenemos otro problema.
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