viernes, septiembre 26, 2014

Michael Fullan y el papel reservado para las TIC en las nuevas pedagogías para aprendizajes profundos

Con ocasión de la presencia de Michael Fullan en Montevideo, como ponente de un encuentro del plan Ceibal, la iniciativa uruguaya de entregar desde 2006 una laptop a cada chico y chica en edad escolar, se dio publicidad a un material reciente (2014) de Michael Fullan y Maria Langworthy, A Rich Seam. How New Pedagogies Find Deep Learning, editado por Pearson.

De ese material, a disposición de todos, quiero hablar, porque me ha parecido interesante para repensar las políticas de integración de las TIC en las escuelas.

Pero, antes, hay algunas ideas de Fullan que conviene revisar para comprender un poco mejor tal integración. Los lectores sobre cambio "meso" ya las conocen. Se sacan en el contexto de que Fullan y su equipo, ahora una consultora internacional, han elaborado un informe del plan Ceibal a principios de 2013. En una conferencia unos meses antes de salir a la luz el informe, donde hace una presentación, en la que hará una descripción de las nuevas pedagogías para un aprendizaje profundo, identifica la necesidad en toda reforma de buenos inductores o impulsores de cambio, que identifica en los siguientes:
  • una rendición de cuentas mejorada, con datos o evidencias, sin prejuicios, con transparencia en lo que pasa en las aulas, volcada a la mejora
  • construcción de capacidades (en vez de mero reclamo de resultados), recuperando su análisis de distinción entre capital social y capital humano como un elemento explicativo de lo que está pasando con los resultados y las capacidades construidas, que juegan con los profesores que trabajan en cada centro, su trayectoria, su gobierno, su formación
  • trabajo colaborativo (pensando en docentes y escuelas conectados)
  • enseñanza (buena enseñanza, enseñanza más allá de lo artefactual). Compromiso, ideas pedagógicas, consistencia, diálogo... como ya han dicho Cristina Alonso y Juana Sancho
  • sistematicidad (en vez de acciones parciales). 
Cualquiera de las ideas principales, que enmarcan su visión de la innovación y que ilustran el informe, merecería que lo comparáramos con nuestra innovación particular. Veríamos que aquí se fracasa en buenos inductores. Pongamos por caso el programa de bilingüismo (que César Herrero llama apropiadamente de extensión del inglés) del gobierno neoliberal de la Comunidad de Madrid o el de Institutos Tecnológicos (sic, el modelo OLPC) en esa misma comunidad.

Fullan pasa en su conferencia a hablar de nuevas pedagogías para un aprendizaje profundo, que es lo que me ha cautivado. Se puede uno ahorrar la lectura de las 90 páginas del librito viendo un vídeo de 9 minutos de su empresa. A los tecnólogos el vídeo les acabará haciendo sospechar que Fullan habla de oidas, que algunas cosas sobre las TIC las trae con pinzas. A los especialistas en metodología, sus propuestas para aprendizaje profundo quizá no le parezcan particularmente novedosas. A los educadores su llamada a inventar nuevas pedagogías le parecerán un horizonte lejano, sobre todo si no saben si se refiere a pedagogía, metodología, enseñanza o didáctica, que son cosas distintas pero en algunos ambientes se confunden.

¿Por qué hay que leer esta propuesta de Fullan? En primer lugar porque ha hecho una larga investigación internacional buscando ejemplos que ilustren otras formas de aprender y enseñar. Y porque pone el dedo en la llaga sobre algunas cosas que han pasado en los últimos 30 años con la introducción de las TIC en las escuelas. Por ejemplo a mí me han llamado la atención las siguientes ideas:

  • Debemos ir más allá de los eslóganes. Creo que el multimedia, los nativos digitales, las tablet, las pizarras... han sido eslóganes. Y añaden: TIC sin poderosas estrategias pedagógicas no va muy lejos.
  • Muchos estándares curriculares son una barrera para la adopción de nuevas pedagogías. Este es un aviso a los que regulan todo.
  • Hay que buscar nuevas pedagogías -de hecho, ya las hay- donde se practica la colaboración entre estudiantes gracias a la ubicuidad digital. 
  • La dificultad está en la evaluación. La evaluación es un potente indicador del tipo de enseñanza que practicamos los docentes, es verdad. Meter computadores y seguir evaluando igual es no cambiar absolutamente nada. Sobre todo si no hay evidencias de mejora que no estén contaminadas por el interés añadido por los propios profesores al introducir la innovación.
Algunas recomendaciones para profes inquietos son:
  • Estar dispuestos a parar de hacer aquello que no va en una nueva dirección, la del aprendizaje profundo, que concreta en ser creativo, estar conectado y colaborar.
  • Actuar como pioneros "buscando un oro que nos rehuye". Ir más allá del dominio de contenidos y centrarse en los procesos, ir a los aprendizajes de los estudiantes.
  • Usar las tecnologías dejando a los chicos actuar con sus propia sabiduría, no hacen falta docentes expertos. Esto reduciría la tensión, pero es ponerse en una posición de "no saber" que requiere mucha madurez.
  • Tratar a los estudiantes como seres humanos, dar confianza
Las relaciones de aprendizaje que proponen están compuestas por los feedbacks, la atención a las aspiraciones de los estudiantes y la posibiidad de aprender a aprender. Se podría traducir como relaciones en el grupo, proyectos, colaboración y más relaciones y observación metacongnitiva sobre el propio proceso de aprender.

Las tareas de aprendizaje profundo además se salen del currículo estándar, ofrecen experiencias reales de aprendizaje, están relacionadas con valores, ciudadanía, comunicación, pensamiento crítico, colaboración y creatividad, investigar y resolver problemas reales, dar feedback a otros, ir más allá de los muros de la clase, buscan generar y utilizar conocimientos nuevos, trabajar con pares y expertos. Se puede quedar en palabrería, pero nada más lejos de todo eso, son procesos donde nos estrujamos juntos la cabeza para dar respuesta a problemas de la gente.

Las conclusiones del informe sobre Ceibal no son halagüeñas. Aunque no están cuidadas (al menos en la versión que he manejado, parecen mal traducidas) sugieren explorar algunas de las ideas planteadas.

A mí Ceibal, en cualquier caso, me gusta porque, como nos contaron, iba de algo más grande, de una transformación social. Y eso, a pesar de que los maestros uruguayos están en otra guerra, ha ocurrido. Ahora que ya hay dispositivos, ojalá hagan caso a algunas ideas de Fullan y su gente.

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