Estereotipos, clichés y creencias sobre el papel de la educación en la sociedad contemporánea

Acabo de leer el Manifiesto pedagógico "No es verdad", que promueve la Red IRES (Investigación y Renovación Escolar).
Se trata del mítico grupo de investigación en la escuela de Cañal y Porlán, tan relevante fuera de España, tan necesario ahora como en los noventa.
Este Manifiesto podría ser una carta al Director que contrarreste tanta banalidad de los medios de comunicación social al abordar la educación en España
El Manifiesto me ha llegado en una cadena de correo, y por una vez una cadena trae una verdad.
Quizá el manifiesto circula por la red desde hace mucho tiempo (en la web no se aclara). No me preocupa, creo que el documento tiene actualidad. El forzado "No es verdad" apela a quienes copan en los medios de comunicación social, como algunos intelectuales y colegas universiarios que tienen familiares y amigos impartiendo clase en Educación Secundaria, hablan de oídas, el escaso interés por lo educativo, con análisis de baja calidad, estereotipos, clichés, lugares comunes, terapia de la declamación y, quizá, intereses poco confesables (desmerecer lo público, acabar con los focos de cambio educativo, volver a la mera instrucción, y así). Por cierto, y para adultos despistados, también explica algunas situaciones de las que somos conscientes cuando somos jóvenes pero que olvidamos y repetimos cada vez que nos convertimos en padres y abuelos: los jóvenes de la generación actual son diferentes.
Este Manifiesto es relevante por diversas razones, pero fundamentalmente porque desmonta la especie interesada de que el sistema educativo español fue conducido a la ruina cuando, sustituyendo una supuesta Arcadia educativa, se promulgó la Logse a principios de los noventa, con su pretensión pedagógica que bajó el nivel de los estudiantes y alienó al profesorado.
Refleja, además, la permanencia de modelos transmisores en la escuela contemporánea, el foco en la presentación de contenidos, la evaluación sancionadora, el desinterés por valorar la diferencia, el desinterés por conformar equipos de trabajo en los centros, la necesidad del cambio que se necesita y el tipo de escuela que es necesaria. Para que no nos perdamos.